Malicosamente calificado por los medios de comunicación beneficiarios
del Sistema, como «extrema derecha», «neofascismo», «tramas negras» y
otras etiquetas similares que ya han perdido su sentido, durante las dos
últimas décadas ha surgido en España y en el resto del continente, en
la periferia del mundo político, un movimiento que plantea síntesis
ideológicas tan novedosas como estimulantes, e iniciativas que poco o
nada tienen que ver con los hombres y organizaciones que, en la década
de los años setenta, representaban a la derecha radical «clásica».
«Fascismo rojo» recoge la trayectoria de algunas de sus organizaciones
más significativas y, sobre todo, aporta una inédita recopilación de
documentos que marcan, tanto las líneas ideológicas, como los
posicionamientos estratégicos, de esos nuevos movimientos, que han
dejado definitivamente en el rincón del olvido la nostalgia de un pasado
que no volverá y un anticomunismo sumario y obsoleto.
Hoy, el
enemigo político, del fascismo rojo es Norteamérica, el neoliberalismo y
el «pensamiento único». Sus camaradas, los nacional-bolcheviques rusos,
los radicales antisistema italianos, ecologistas paganos franceses y
los movimientos de liberación del Tercer Mundo refractarios al
occidentalismo.